Los caldeos, los asirios, la Roma del poder Supieron resumir mejor; Lo helenos, los egipcios, los hijos de Israel Ya estaban conversado del amor. Hubo templos y ciudades sólo para adorar El culto del alma y la piel; Hubo diosas seductoras y bosque para amar, Y hasta la guerra hubo por una mujer. ¯Qué te podría decir desde hoy? ¯Qué ceremonia podría venerar? Siglos pesados como coliseos Aplastan cualquier invención. Hay piedras, hay ruinas oyéndome hablar, Oyendo decir: "te amo, te amo". Palabras que han cruzado el desierto entre dos, Circundaron la tierra y volvieron del sol: "... te amo, te amo..." Después de pasado tanto, no puede importar Que ponga un dedo en el amor; Que me guste observarte a través del cristal De un vaso dibujado con color. Es lo que nos han dejado. Me debo conformar Con la simpleza de querer: Me dedico a poner flores alrededor de ti Y palmo a palmo a bendecir tu piel. El siglo XX no da tiempo a más: En su corriente se ahogan las ruinas. Mas el torbellino se para a momentos, Y hay calma y hay contemplación. Entonces las ruinas pueden escuchar, Pueden sonreír: "te amo, te amo..." Cuelgan de las palabras Sargazos del mar. Son cristales de la nieve y sabor de la sal. "... te amo, te amo..." Del polvo de las ruinas se levanta el amor: Polvo que se respira y de nuevo voló.