Tocas el timbre sin aviso, 
tal como siempre, 
te quedas a que acabe el vino, 
frecuentemente. 

Tú conociste a mi abuela 
y te enganchaste con mi prima, 
fuiste defensa en mis peleas 
y siempre en mi esquina. 

Con una mirada nos basta 
para ver nuestros corazones, 
peleamos, llenamos 
de abrazos, rincones. 

No te vayas de aquí, 
porque tu alma la mía, 
están hecha’ a medida, 
para quererse toda la vida. 
Y no te vayas de aquí, 
siempre ven a cuidarme, 
que hay caminos de piedra y te necesito, 
yo te necesito pa’ salvarme. 

Tú has sido hasta mi prestamista, 
y a veces yo fui tu banquero, 
contigo río hasta en la misa, 
contigo viajo mochilero. 

Con una mirada nos basta 
para ver nuestros corazones, 
peleamos, llenamos 
de abrazos, rincones. 

No te vayas de aquí, 
porque tu alma la mía, 
están hecha’ a medida, 
para quererse toda la vida. 
Y no te vayas de aquí, 
siempre ven a cuidarme, 
que hay caminos de piedra y te necesito, 
yo te necesito pa’ salvarme. 

La vida da y te sobra, la vida quita, 
al final, uno aprende bien los que se necesitan. 
La vida da y te sobra, la vida quita, 
al final, uno aprende bien los que se necesitan. 

Ay, no te vayas de aquí, 
siempre ven a cuidarme, 
que hay caminos de piedra y te necesito, 
yo te necesito pa’ salvarme.