¡Fantasma!

Como surges de antaño,
Llegando, encandilada,
Pálida estudiante,
A cuya voz
Aún piden consuelo.

Sus ojos luchaban
Como remeros
En el infinito muerto.

Con esperanza de sueño
Y la material de seres
Saliendo del mar
De la lejanía en donde
El olor de la
Tierra es otro.

En la altura de los días inmóviles
El insensible joven diurno
En su rayo de luz se dormía
Afirmado como en una espada.

Mientras tanto crece a la sombra
Del largo transcurso en el olvido
La flor de la soledad,
Húmeda, extensa,
Como en la tierra en un largo invierno.

¡Fantasma!