Nunca se me dió demasiado bien poner las cartas sobre la mesa,
nunca se me dió demasiado bien...
Y ahora nos volvemos a encontrar y me preguntas ¿qué tal me va?

Quisiera ser capaz decirte la verdad,
decirte que me va realmente mal,
no te logré olvidar... ni lo intente quizás.
Quisiera ser capaz mirarte y no temblar,
decirte que aún nadie me volvió a besar,
no te logré olvidar... ni lo intente quizás.

Y en lugar de eso, sonrío y tiemblo,
y te cuento que ya acabe la facultad,
me puse a trabajar y me volví a enamorar.
Y en lugar de eso sonrío y pienso
por qué no seré capaz de decir la verdad,
te pierdo una vez más.

Quisiera ser capaz decirte la verdad,
decirte que me va realmente mal,
no te logré olvidar... ni lo intente quizás.
Quisiera ser capaz mirarte y no temblar,
decirte que aún nadie me volvió a besar,
no te logré olvidar... ni lo intente quizás.

Y ahora me quedan dos opciones:
quedarme quieta o echar a correr...
Y me pongo a correr ¿ya qué puedo perder?
verás, es que no me va demasiado bien,
no te logré olvidar... ni lo intente quizás.
Y me pongo a correr ¿ya qué puedo perder?
verás, es que ya nadie me volvió a besar,
no te logré olvidar... ni lo intenté quizás.

Y ahora ya te toca a tí acabar con esta historia,
ahora ya te toca a tí decir las cosas,
pon un punto y final o besame... sin más.
Y ahora ya te toca a tí, ya no vale callar,
esta vez no volveré a perderte una vez más,
no me voy a marchar sin saber el final.

Nunca se me dió demasiado bien poner las cartas sobre la mesa,
nunca se me dió, no, demasiado bien.
Y ahora nos volvemos a encontrar y me preguntas ¿qué, qué tal me va?
y yo ya no sé, ya no sé ni que... contestar.