Voy a saltar por el patio de luces Tú pon cara de que no me conoces Sólo serán dos cicatrices Una lesión a mis noches fugaces Hice la maleta y las paces Dime por qué no podría marcharme ¿A quién le debo un baile esta noche? ¿A quién le debo mis explicaciones? El tiempo que trato en explicártelas Podría darte más de si que toda una tarde de metáforas De sumas y de cábalas, de mi colección de palabras Que nunca se acaban Pero tengo que irme enseguida Para volver con la canción de nuestra vida Será como una despedida Para volver con la canción de nuestra vida Nunca termina la fábula celeste porque aquello que era infinitamente humano, finalmente no se rompió. Y los zorros siguen escondidos en algún lugar de Monteperdido por si alguien sube a visitarlos. Cada día es el día para llevarle a donde la llevaría y, las montañas que siempre se ven desde nuestras ventanas, solo quieren ser testigos de los sueños que escribamos mañana...