Chaqueta de piel y gafas negras Tú dulce trovador de mi tragedia Suave como el mar, me haces naufragar Luna de piel y sal, me haces eterna Y aunque a veces tengo miedo de caer No me puedo defender Y aunque sé que tú eres mi veneno cruel No me puedo detener Dueña de ti, dueña de nada Quiero morir en tu mirada Eres mi adicción, vicio divino Yo me dejo embriagar, dulce asesino Y en la obscuridad me siento flotar Ya no quiero escapar, tú mi destino Y aunque a veces tengo miedo de caer No me puedo defender Y aunque sé que tú eres mi veneno cruel No me puedo detener Dueña de ti, dueña de nada Quiero morir en tu mirada En tu mirada, en tu mirada En tu mirada, en tu mirada Y aunque a veces tengo miedo de caer No me puedo defender Y aunque sé que tú eres mi veneno cruel No me puedo detener Dueña de ti, dueña de nada Quiero morir en tu mirada En tu mirada, en tu mirada En tu mirada, en tu mirada