Un corazón quiso saltar un pozo confido en la proeza de su sangre y hoy se le escucha delirar de hambre en el oscuro fondo de su gozo. El corazón se ahogaba de ternura, de ganas de vivir multiplicado y hoy es un cotazón tan mutilado que ha conseguido morir de cordura. Qué son, desangra son, corazón... Hablo de un corazón que se defiende de su vieja y usada maquinaria, hablo de un parto en una funeraria, hablo de un corazón que no comprende. Hablo de un corazón tan estrujado, tan pequeñín, tan pobre, tan quién sabe que en su torrente casi todo cabe sea real o sea imaginado. Qué son, desangra son, corazón... Al corazón le faltaba su oreja y amaba distraído por la calle estrangulando con pasión un talle e incapaz de notar alguna queja. El corazón de torpe primavera hizo que le injertaran el oído y tanta maldición oyó que ha ido a que le den de nuevo su sordera. Qué son, desangra son, corazón...