En mitad de un momento de dolor 
o en el colmo del miedo, 
con oír el sonido de tu voz 
todo brilla de nuevo. 
Te llamo y apareces junto a mí, 
salvándome igual que ayer. 

Aquí en tus brazos 
me siento libre, 
son mi seguridad 
y mi serenidad. 
Así en tus brazos 
me veo firme 
con mi fragilidad y mi complejidad. 

Aquí en tus brazos 
no siento frío 
y si el mundo me muestra su fealdad 
o se viste de negro, 
enseguida con tu complicidad 
es un cuadro en azul. 
Nadie más me podría proteger 
igual que tú, mejor que tú. 

Aquí en tus brazos 
me siento libre, 
son mi seguridad 
y mi serenidad. 
Así en tus brazos 
me veo firme 
con mi fragilidad y mi complejidad. 

Tus brazos tienen la fuerza y el poder 
de darme lo que pido. 
Tus brazos son la calma en alta mar. 
No necesito más. 
Aquí en tus brazos 
me siento libre, 
son mi seguridad 
y mi serenidad. 
Así en tus brazos 
me veo firme 
con mi fragilidad y mi complejidad.