En Castilla, mientras tanto
verdecieron las laderas,
se estremecieron los chopos,
se enjambraron las colmenas

Los procuradores tornan
pesarosos a su tierra
que antes partir juraron
que nunca el servicio dieran

Mas el que manda acostumbra
a sobornar las conciencias
de los que el pueblo le envía
portador de sus protestas

Pero no hay traición que quede
por mucho tiempo secreta
De la traición de los suyos
los castellanos se enteran