En la Torre de Babel
vivían cincuenta cigarros
vivían amontonados
hechos todos de papel

Uno a uno alineados
todos muy bien formados
El mís pequeño era aquel
y se llamaba Gabriel

Tabaco fino, algodones
iban a ver el río
Iban cantando canciones,
muertos de frío
La pasión de Gabriel
era nadar en el río
Le contó de esto a su tío
que era un cigarro de miel

Su tío que era muy viejo
no le puso reparos
y cuando llegó el habano
forrado entero de café
"Dónde se metió Gabriel"
preguntó inquieto el habano
"Se fue con otros cigarros
a ver el río correr"
"No lo puedo creer.
Eres muy mal ciudadano,
pues tu sobrino y hermano
tal vez nunca pueda volver"

Cuando llegó el habano
a la orilla del río
vió un pequeño cigarro
muerto, abierto & tendido.
Estaba todo mojado
sin señales de vida.
El tabaco se desprendía,
quedaba desparramado

Tristeza, llantos, lamentos
reinarán desde hoy en Babel.
Se nos ha muerto Gabriel,
todo ha quedado en silencio.

Solamente un buen fuego
puede dar muerte a un cigarro
pero si muere mojado es igual
que si a un hombre
lo mataran colgado
colgado