Tengo en la mano la carta que siempre esperé Tengo en la otra mil flores y un poco de fe Tengo en la mente una espina que obliga a sufrir Tengo en el pecho la herida que me hace escribir Y también, Corazón Que busca latir Tengo tu risa encantada y un rayo de sol Tengo la sabiduría de pedir perdón Tengo la piel erizada de oírte otra vez Tengo una apuesta doblada por caerme a tus pies Y también, Un cristal Para ver mejor Y ver cómo es… Tengo en la mano la carta que siempre espere.