Camino por Madrid en tu compañía, 
mi mano en tu cintura copiando a tu mano en la cintura mia. 
A paso lento, como bostezando, 
como quien besa al barrio el hilo pisando, 
como quien sabe que cuenta con la tarde entera 
sin nada más que hacer que acariciar aceras. 
Y sin planearlo tu acaso como que sin querer lo bailo azul 
te vi cambiar tu paso hasta ponerlo en fase, 
en la misma fase que mi propio paso. 

Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener, entrar y salir de fase, 
amar la trama más que el desenlace, 
amar la trama más que el desenlace. 

Fue un salto ínfimo, disimulado, 
un mínimo cambio de ritmo apenas, 
paso cambiado y dos cuerdas que resuenan como un mismo número en distintos lados, 
o el paso exacto de los soldados, 
como dos focos intermitentes, 
súbitamente así sincronizados. 
Dos paseantes distraídos 
han conseguido que el reloj de arena 
de la pena pare, que se despedace 
y así seguir el rumbo que el viento trace. 

Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener, entrar y salir de fase, 
amar la trama más que el desenlace, 
amar la trama más que el desenlace, 
amar la trama más que el desenlace. 
Por ahí como en un film de Eric Rommer, 
sin esperar que algo pase, 
amar la trama más que el desenlace, 
amar la trama más que el desenlace. 

Te vi cambiar tu paso, hasta ponerlo en fase, 
en la misma fase que mi propio paso. 
Amar la trama más que el desenlace, 
amar la trama más que el desenlace, 
amar la trama más que el desenlace, 
camino por Madrid en tu compañía.