Las oigo màs cercanas, sagradas sinfonìas del tiempo. Con una idea; que somos seres immortales, caìdos en la oscuridad, pobres condenados por los siglos de los siglos hasta curar completamente. Mirando el horizonte, un aire de infinito me conmueve. También a veces la clara insidia de la luna dentro de la noche me hace vivir en aparente inutilidad en este mar de confusiones. Y sòmos àngeles caìdos en el planeta Tierra, sin memoria de dònde venimos, hasta curar completamente.