Siempre armado y bien montado, con la pistola a su lado No dejaba nunca sola a su .40 Por las buenas era bueno y, por las malas, atacaba Le apodaban el demonio de Tasmania Juan Ignacio, viviste la vida recio Nunca te gustó despacio y trabajaste sin descanso Transitaste por todos los bulevares en tus carros Un Ferrari, un Lamborghini y un Camaro Siempre arriba con todita mi cuadrilla Pisteando me amanecía, jugando cuartos de milla Con mis compadres del alma, con el César y con Polo Los conocía desde que yo estaba morro A mi hermano Rosalío lo encontró también la muerte Y no corrimos los dos con la buena suerte Mi vida fueron mis hijos, mi madre y también mi esposa Y a mi padre, que es Juanito Esparragoza Por Jalisco, por Culichi, Monterrey y Cuernavaca Me paseaba muy tranquilo con mi raza Muy contento y divertido, yo jamás fui presumido Yo fui gente con la gente que trabaja Candelaria fue la virgen que me llevo hasta la gloria Cuando pase de este mundo a hacer historia Padre mío, ahí te encargo a mis cachorros Cuídalos como a tu vida, que fueron mi gran tesoro Y ahí le va un saludo pa toda la gente que trabaja Como mi compa, Coqui Naja ¡Ánimo, viejón! Ah, y pa que les quede claro Esto es Máximo Grado Ya no estaré con ustedes en persona Pero dejé a mucha gente que de a volada se acciona Extrañaremos mucho las de encerronas Y a todos los compañeros que cuidarán mi corona Importante y elegante, de pensamientos brillantes Siempre al tanto, como lo han hecho los grandes Siempre fuerte como el hierro, igualito a una persona Que navega todo el azul de los cielos Manuel siempre fue mi clave, ya no se oirá por las calles Ni en Nexteles ni tampoco en generales Juan Ignacio, el morenito, fue Juan Igna Palmarito Fue mi compa y fue un amigo muy querido Candelaria fue la virgen que me llevo hasta la gloria Cuando pase de este mundo a hacer historia Sangre azul intravenosa, mi apellido Esparragoza Me despido de esta vida tan hermosa