Hay veces 
Que nos duele más un adiós 
Hay veces 
Que no queda ni una esperanza 
Hay veces 
Que se nos esconde la voz 
En medio 
De un recuerdo o de una añoranza 
Y nos da por llorar, a veces 
Y nos da por llorar 

Hay veces 
Que no basta con sonreír 
Ni basta 
Con saber que nos necesitan 
Hay veces 
Que de sobra es todo decir 
Pues sólo 
El silencio es el que nos grita 
Y no hay más por hacer, parece 
Que no hay más por hacer 

Hay veces que nos duele más el vacío 
Que el dolor de un cortante frío 
Mitigado por un café 

Hay veces 
Que es mejor no saber de nada 
Celebrar por la madrugada 
Por la noche que ya se fue.